La lápida de Tycho Brahe en la Iglesia de Nuestra Señora de Týn está envuelta en misterio y magia. Según una antigua leyenda, tiene un poder especial. Se dice que quien acaricia la cara de este famoso erudito esculpida en la piedra, se verá aliviado del dolor de muelas. Tal vez recuerdes esta leyenda en caso de que alguna vez te encuentres en necesidad: nunca se sabe cuándo podría ser útil.
Tycho Brahe (1546-1601) fue un noble danés y uno de los astrónomos más importantes de la era precopernicana. Nació en Dinamarca y estudió derecho y astronomía en la Universidad de Leiden. Brahe se hizo famoso por sus observaciones astronómicas y planetarias extraordinariamente precisas y complejas, realizadas sin telescopio, ya que vivió antes de su invención.
Su principal contribución fue la extensa y precisa medición de las posiciones de los planetas, que más tarde permitió a Johannes Kepler formular sus famosas leyes del movimiento planetario. Brahe también creó su propio modelo del universo, que era una combinación del sistema geocéntrico de Ptolomeo y el sistema heliocéntrico de Copérnico.
Tycho Brahe murió en Praga en 1601 y fue enterrado en la Iglesia de Nuestra Señora de Týn. Con el tiempo, su tumba se convirtió en el tema de muchas leyendas y mitos. Si la leyenda sobre el alivio milagroso del dolor de muelas al tocar su lápida realmente funciona, lo puedes descubrir por ti mismo.
Sin embargo, debo admitir personalmente que cuando me dolían los dientes, en lugar de ir a su lápida, siempre preferí ir al dentista. No obstante, si decides visitar este monumento, tal vez recuerdes otras leyendas asociadas con esta importante figura. Quién sabe, tal vez no solo se ilumine tu mente, sino también tu sonrisa.
La nariz de oro: Se dice que Tycho Brahe perdió parte de su nariz durante un duelo, algo que no era raro entre los nobles de la época. Según la leyenda, tras este incidente, se hizo una nariz de metal. Aunque se dice que esta nariz artificial era de oro, probablemente estaba hecha de una aleación de cobre y estaño. Tycho llevaba esta nariz no solo en eventos sociales, sino también durante sus observaciones astronómicas, lo que lo convirtió aún más en una figura icónica de su tiempo.
Un ciervo como mascota: Tycho Brahe era conocido por su naturaleza excéntrica, y su vida estaba llena de experiencias inusuales. Según algunas historias, tenía un ciervo como mascota, lo cual no era común entre los nobles de la época. Este ciervo se convirtió en parte integral de su hogar y a menudo estaba presente en los eventos sociales que Brahe organizaba. Una leyenda cuenta incluso que este ciervo cayó desafortunadamente por las escaleras durante una fiesta y murió como resultado. Esta historia solo refuerza la imagen de Tycho Brahe como un científico excéntrico y fascinante, cuya forma de vida era tan notable como su trabajo científico.
Muerte misteriosa: Tycho Brahe murió repentinamente en 1601, lo que generó muchas especulaciones y teorías conspirativas. Durante mucho tiempo se creyó que la causa de su muerte fue una inflamación de la vejiga, supuestamente desarrollada después de que Tycho se negó a abandonar un banquete, a pesar de necesitar ir al baño. Esta versión de la historia se convirtió en parte de la leyenda de su muerte. Sin embargo, análisis forenses posteriores de sus restos revelaron altos niveles de mercurio, lo que llevó a la teoría de que pudo haber sido envenenado. Estos nuevos hallazgos generaron más especulaciones, particularmente sobre la posibilidad de que Brahe fuera asesinado. Se mencionaron posibles perpetradores, como su asistente Johannes Kepler, que podría haber tenido un motivo para obtener acceso a los datos astronómicos de Brahe, así como miembros de la corte real danesa, con quienes Brahe tenía relaciones complicadas. Aunque nunca se confirmaron pruebas de asesinato, esta teoría añade otra capa de misterio a la vida y muerte de este extraordinario científico, cuyo trabajo tuvo una profunda influencia en el desarrollo de la astronomía moderna.
Creencias astronómicas:
Aunque Tycho Brahe fue un astrónomo destacado, nunca aceptó completamente el modelo heliocéntrico del universo propuesto por Nicolás Copérnico. En su lugar, desarrolló su propio sistema geoheliocéntrico, también conocido como el sistema Tychónico. En este modelo, la Tierra permanece inmóvil en el centro del universo, alrededor del cual orbitan el Sol y la Luna, mientras que los demás planetas orbitan alrededor del Sol.
Este modelo híbrido fue una especie de compromiso entre la visión geocéntrica tradicional del universo y las teorías heliocéntricas más recientes. El sistema de Brahe intentaba preservar la idea de Ptolomeo de la Tierra como centro del universo, mientras aceptaba algunas de las ideas de Copérnico sobre el movimiento de los planetas. Este modelo fue bastante popular en su tiempo, especialmente entre aquellos que tenían dificultades para aceptar completamente el heliocentrismo, pero que reconocían la necesidad de modelos astronómicos más precisos.
Las observaciones astronómicas precisas y detalladas de Brahe fueron clave para el desarrollo de la astronomía, aunque su propia teoría finalmente cedió ante el modelo heliocéntrico de Copérnico, que fue confirmado más tarde por los trabajos de Johannes Kepler y otros astrónomos.